Vuestras historias

Autora: Paula Rodríguez Calderón, lectora del club de lectura infantil de la biblioteca Miguel Delibes
COLORES INVISIBLES

Eros era un niño ciego, una vez cuando él tenía ocho años, al niño le regalaron un canario, como era ciego no podía verlo, pero al oírlo se imaginaba cuantos hermosos colores podían constituir su bello plumaje.
Eros era hijo único, por eso trataba a su pájaro como a un tesoro, a un amigo o a un hermano .Eros decidió que cada nota que cantaba el pájaro indicaba un estado de ánimo y que cada estado de ánimo indicaba un color diferente y eso le diría de qué color era cada una de sus plumas.
Al cabo de tres años, Eros había llegado a la conclusión de que su mascota era tan colorida que incluso tenía colores nunca vistos, sin que el canario dejara de ser amarillo, como cualquier otro de su especie. Cada día el pequeño iba hacia la jaula de su amigo a escuchar su canto, cada día le parecía más bonito, y cuando se imaginaba esa explosión de colores, la sonrisa en su cara brotaba.

Pasado el tiempo, una mañana de sábado, Eros no escuchó nada, entonces las lágrimas empezaron a surgir de sus ojos, y la sonrisa que había dibujada en su cara se borró al instante.
Había perdido a su amigo, hermano y al tesoro más grande que nunca había tenido, después de esto, Eros se convirtió en un gran escritor contando la historia de su querido compañero, contando de qué color era cada una de las emociones que sentía y que él sintió una vez .


Esto nos demuestra que aunque Eros no tenía la capacidad de ver, vio millones de colores invisibles, sintió millones de sensaciones diferentes y que después de la alegría lo inundó una enorme tristeza.
Eros llevó siempre esa experiencia en el corazón y esta le hizo más fuerte.
FIN 


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De la gran creadora e imaginativa Ana. Texto para La caperucita azul, que en el libro y por cuestiones de tintas en la imprenta, salió morada y claro su texto  muestra esa confusión de una manera maravillosa.


Copio el texto

Erase una vez una caperucita que tenía una caperuza de color azul y siempre iba sentada en una bicicleta morada.
Más tarde, a mitad del camino, cuando iba muy tranquila se encontró con un mapache y ella le dio un susto y el mapache se asustó. Al final el mapache se ca de un árbol y se rompió una pierna y la caparucita lo dejó allí tirado sin echarle cuenta.

Dos creadoras amigas,Ana y Carmen, escriben el cuento de Blancanieves en la ciudad.


Blancanieves no sabia andar por la ciudad. Pero cuando le pusieron unos tacones, por todos lados que iba se trompezaba y se le engachaban los tacones en las alcantarillas. Pero a Blancanieves no le quedaban porque ella no sabía que era de otro cuento.
Al final Blancanieves le dijo:¿ me puedes devolver a mi país sí o no? y le dijeron sí y y como era maga hicieron un hechizo y la devolvieron.

Cintia Martín escribe el de Dumbo transportista.

Dumbo era un gran amigo y siempre se portaba bien con todo el mundo.
Y llevó a su amigo el koala.

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